¿Qué se considera alta sensibilidad?
Se considera que una persona tiene una alta sensibilidad cuando su sistema nervioso está algo más desarrollado que el de la mayoría de personas. Sus receptores sensoriales están más activos, lo que le lleva a recibir una mayor cantidad de información, y a tener más capacidad para profundizar en ella.
¿Cómo es una persona con alta sensibilidad (P.A.S.)?
La psicóloga americana Elaine Aron, investigadora de este rasgo que afecta a 2 personas de cada 10, comenta que una P.A.S. debe presentar las siguientes características:
- Una actitud de profunda reflexión acerca de la información que recibe.
- Tiende a saturarse con facilidad.
- Muy intuitiva, con una capacidad especial para captar pequeñas sutilezas del ambiente.
- Muy empática y emocional.
¿Y esto cómo se refleja en el día a día?
La persona con una alta sensibilidad suele sentirse abrumada por el exceso de trabajo y las multitudes, las luces brillantes y los ruidos y olores fuertes. Tiene un umbral del dolor bajo, y dificultades a la hora de gestionar situaciones estresantes.
Tímida e insegura, le cuesta bastante poner límites frente a los demás. Su alta empatía hace que le afecte mucho el sufrimiento ajeno y tienda a ayudar siempre al necesitado.
Para muchas personas altamente sensibles, este rasgo suele ser un fastidio, ya que suelen sentirse desplazadas, con la sensación de ser muy diferentes al resto. Todo les afecta más, y les cuesta más adaptarse a los cambios. Les suelen decir frases como: «Le das demasiadas vueltas a todo», «Te alteras por nada», o «Eres un exagerado». Sin embargo, también poseen características muy positivas, y por ello a menudo se habla del DON DE LA SENSIBILIDAD:
- Intuición
- Creatividad
- Disfrute de los momentos en soledad
- Profundidad y espiritualidad…
La persona con este tipo de sensibilidad no debería enfocarse en eliminar este rasgo (no se puede, de hecho), sino en aceptarse tal y como es, y aprender a gestionar aquellos aspectos que le acaban provocando un mayor malestar.