Trastornos de Ansiedad

Sucesos Traumáticos

La terapia cognitivo-conductual ha demostrado ser altamente eficaz en el tratamiento de los diversos trastornos de ansiedad, mejorando notablemente la calidad de vida de las personas que los sufren.

Miedos Recurrentes

Todos nos sentimos ansiosos o estresados en algún momento. Por ejemplo, cuando nos obligan a realizar un trabajo muy costoso en un periodo breve de tiempo o nos sentimos evaluados. En esta ocasión, la ansiedad que sentimos es una ansiedad leve que nos ayuda a estar más concentrados y atentos en la tarea, es decir, nos mantiene alerta “frente al peligro”.

Sin embargo, cuando la ansiedad es continua, se siente temor o preocupaciones que no cesan, la persona puede estar sufriendo un trastorno de ansiedad.

En mi consulta trato los diferentes tipos de trastornos:

La persona presenta miedos y preocupaciones recurrentes sobre, por ejemplo, el trabajo o la salud, y vive con la sensación de que algo malo va a suceder.
Se caracteriza por el sufrimiento de crisis de ansiedad espontáneas que se repiten. La persona que lo sufre suele desarrollar un gran temor acerca de cuándo y de qué manera aparecerá la siguiente crisis, y a menudo ve limitadas sus actividades diarias, llegando a evitar, en muchos casos, los lugares públicos, o prefiriendo no querer salir de casa.
Se siente un miedo muy intenso hacia un determinado objeto o situación. Las fobias más comunes suelen estar relacionadas con el miedo a volar, a las agujas, las arañas, etc. La persona puede reconocer que su miedo es irracional, que no tendría por qué sentirlo de forma tan intensa, pero no puede evitar su reacción, y el consiguiente malestar que le genera.
En esta ocasión el miedo está relacionado con situaciones sociales, entornos públicos, etc. La persona sufre al estar rodeado de otras personas, siente mucha vergüenza y ansiedad cuando tiene que relacionarse con otros, hablar en público, etc.
Se caracteriza por tener sentimientos o pensamientos persistentes no deseados (obsesiones), provocando un gran malestar a la persona, en donde la persona adquiere rutinas o rituales para tratar de evitar esos pensamientos y esa ansiedad (compulsiones). Pueden ser compulsiones tales como lavarse las manos continuamente o no tocar nada con las manos para evitar gérmenes.
Un suceso traumático, como puede ser un accidente de tráfico o un desastre natural, puede hacer que el sujeto sufra pesadillas recurrentes, o que lo reviva continuamente, evite hacer todo aquello que le recuerde a él, acudir a ciertos lugares, a veces durante meses o incluso años después de sufrir el suceso.

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