La eyaculación precoz es una de las disfunciones sexuales más comunes, y afecta a uno de cada cinco hombres. Sucede cuando el hombre eyacula antes o poco después de la penetración, y por supuesto, antes de que él lo desee. Esto es debido a que el hombre no es capaz de controlar el reflejo eyaculatorio, lo que provoca relaciones sexuales muy breves y una gran frustración.

La eyaculación precoz puede aparecer por diversas causas: psicológicas, físicas, la edad, la experiencia sexual, etc. En la mayoría de ocasiones, la causa suele ser un cúmulo de factores relacionados con una ansiedad elevada, falta de experiencia sexual o problemas con la pareja.

La ansiedad suele aparecer normalmente en los jóvenes, por la escasa experiencia, el miedo a no hacerlo bien, a provocar un embarazo… También aparece en personas que son impulsivas e impacientes en su vida diaria, y que suelen actuar de forma acelerada también en sus relaciones sexuales.

Si se piensa que el problema no tiene solución es cuando puede llegar a cronificarse, ya que estará continuamente pensando que no va a poder aguantar la eyaculación, lo que aumentará la ansiedad y provocará los mismos resultados. Esto suele conllevar problemas de autoestima, y miedo al fracaso, ya que el hombre siente que no es capaz de satisfacer a la mujer y piensa que tarde o temprano la relación de pareja se acabará rompiendo.

El primer paso para salir de esta situación es buscar ayuda especializada. La terapia sexual logra muy buenos resultados, proporcionando ejercicios y técnicas para ayudar a controlar la eyaculación, y ayudando a manejar los pensamientos ansiosos que tanto dificultan la ejecución. De esta manera, se logra una mejora en la calidad de las relaciones sexuales, y un aumento de la satisfacción general en la relación de pareja.