Muchas veces se suele confundir el estado de tristeza con la depresión. Es normal sentirnos tristes como consecuencia a una experiencia negativa vivida, sin embargo, cuando los síntomas se cronifican o se vuelven más intensos, estamos hablando de una depresión.
En cada persona pueden aparecer los siguientes síntomas con una duración, intensidad y frecuencia diferentes, llegando a interferir de forma importante en su vida diaria:
- Sentimientos de tristeza y desesperanza ante la vida
- Sentimientos de culpa, impotencia o inutilidad
- Incapacidad para disfrutar de actividades con las que antes disfrutaba
- Pérdida de interés por las relaciones sexuales
- Irritabilidad
- Falta de energía, cansancio
- Inquietud, nerviosismo
- Problemas de concentración, memoria y en la toma de decisiones
- Problemas para conciliar el sueño, despertares frecuentes, o sueño excesivo
- Pérdida de apetito o comer en exceso
- Dolores musculares, de cabeza, problemas digestivos, infecciones recurrentes, etc.
Si sufre estos síntomas es importante ponerse en manos de psicólogos expertos en depresión, que nos ayuden a salir de este estado depresivo.