Actualmente el juego de apuestas, el bingo, las tragaperras o el póker online son juegos aceptados e incluso promovidos por los medios de comunicación. Esta actividad se asocia a diversión, excitación, y a la posibilidad de ganar dinero de una manera fácil y rápida. Sin embargo, el hecho de prohibir el juego a menores de edad ya nos está indicando que puede conllevar consecuencias muy negativas para el jugador.
¿Tengo un problema con el juego?
La ludopatía es un trastorno del control de impulsos en el cual la persona tiene afectada la capacidad para controlar su conducta de juego, no pudiendo aplazar en muchas ocasiones el deseo de jugar, y jugando de manera compulsiva. No se trata de un vicio, sino de un problema psicológico. Este trastorno llega a afectar a todas las áreas de la vida (personal, familiar, laboral…).
Algunos síntomas que nos indican que tenemos un problema con el juego son los siguientes:
– Problemas para dejar de jugar: Una vez empiezas a jugar no puedes parar, eres incapaz de ponerte un límite de tiempo o un dinero máximo a gastar.
– Juegas arriesgando dinero que no debes gastar: Gastar parte del sueldo o lo que guardabas para la hipoteca en una «mala racha» indica que no juegas de manera racional.
– Continuas jugando para recuperar lo perdido: La deuda cada vez es mayor, pero tienes la sensación de que tu suerte cambiará en la siguiente partida, con lo cual no puedes frenar y tienes una falsa sensación de control, que hace que cada vez gastes más dinero.
– Dejas de hacer cosas importantes para irte a jugar: No poder acudir a una reunión del colegio, o a una consulta médica porque has visto una sala de juegos o una tragaperras y te has puesto a jugar indica que no decides jugar, necesitas jugar.
– Cambia tu carácter: En función de cómo vaya el juego y si puedes jugar o no sufres cambios de humor, estás irritable, ansioso, toleras menos la frustración, tienes problemas de sueño, etc.
¿Qué puedo hacer para solucionarlo?
Lo primero que debes hacer es buscar la ayuda de un profesional. En ocasiones podrás pensar que puedes resolver el problema por ti mismo, pero es muy difícil que esto suceda sin la ayuda y la orientación adecuada.
La terapia psicológica te ayudará a mejorar poco a poco tu capacidad de autocontrol, y podrás recuperar aquellas áreas de tu vida que se hayan visto afectadas.